miércoles, 20 de junio de 2012

Análisis y reflexión de la lectura de Ryszard Kapuscinski, Encuentro con el otro


Análisis y reflexión de la lectura de Ryszard Kapuscinski 
Encuentro con el otro por Rodrigo Cerna Chávez 
Sinopsis
El conjunto de ensayos de Kapuscinski es una obra que describe concisamente la turbulenta y -mayoritariamente- violenta relación del Yo y del Otro, personificada generalmente por los blancos de origen europeo y las diversas razas o etnias del mundo, respectivamente. Sin duda alguna constituye una pieza fundamental en la comprensión de la percepción evolutiva y personal del individuo en referencia al Otro.
Crítica
La relación existente entre el Yo y el Otro ha sido esencialmente a lo largo de la historia de la humanidad de carácter violento, puesto que el primero entraba en un conflicto ontológico y de desconfianza respecto al segundo, lo cual conducía a la violencia y a la imposición imperialista fundamentada en una falsa creencia de superioridad.
Recurrentemente la imagen del Yo ha sido caracterizada por el individuo blanco de ascendencia europea, mientras que el Otro suele ser personificado por individuos pertenecientes a etnias aisladas de África, Asia, América y Oceanía.
Claramente es perceptible la cualidad de narcisismo en la psicología del Yo, la cual se nutre del resto de los individuos. Es preciso primeramente definir el término correcto sobre el narcisimo: 
“Narcissistic personality disorder is a mental disorder in  which people have an inflated sense of their own importance and a deep need for admiration. Those with narcissistic personality disorder believe that they're superior to others and have little regard for other people's feelings. But behind this mask of ultra-confidence lies a fragile self-esteem, vulnerable to the slightest criticism. 
[El desorden de personalidad narcístico es un desorden mental en el cual las personas tienen un sentido superior o exagerado de su propia importancia y una profunda necesidad de admiración. Aquellos con desorden narcístico de personalidad creen que ellos son superiores a los demás y poseen poca consideración por los sentimientos de otras personas. Pero detrás de la máscara de ultra confianza yace una frágil autoestima, vulnerable a la más ligera crítica]”. (Mayo Clinic, 2011).
Se postula entonces que el Yo (relacionado con el individuo blanco europeo) es descrito a la perfección mediante el desorden de personalidad de narcisismo debido al evidente complejo de arrogancia y superioridad sobre el Otro, considerándose único -y quizá divino-, y desconociendo al otro individuo como semejante y poseedor de los mismos derechos y obligaciones que cualquier otro.
Naturalmente ha existido una evolución en la concepción y en la relación de ambas dualidades, advirtiendo varias etapas. Siendo originalmente de descubrimiento, la desconfianza, la imposición y la violencia, después el reconocimiento de igualdad para finalmente avanzar a la etapa actual de conocimiento y comprensión de la multiculturalidad.
En en el entendimiento del proceso de cambio cultural, los estudiosos han propuesto dos modelos efectivos de descripción:
  • Evolucionistas: Destacando un avance común de integración; “progreso inexorable de toda la humanidad. (...) Las comunidades humanas avanzaban desde lo más bajo, lo <<primitivo>>, hacia lo más alto, lo <<civilizado>>, por el camino del progreso y del desarrollo, y que sólo era cuestión de tiempo que quienes cerraban el desfile alcanzaran a los que marchaban a la cabeza”. (Kapuscinski, 2010, p.49).
  • Difusionistas: Se afirmaba que la pluralidad y la multiculturalidad es una constante del mundo humano, donde: “dependiendo del lugar y el momento, entraban en contacto y penetraban unas en otras; que a través de préstamos mutuos se producía entre ellas un proceso de fusión y compenetración, que nunca se había interrumpido el dinámico proceso de comunicación”. (Kapuscinski, 2010, p.50).
Personalmente sostengo que quizá la vertiente más lógica de la evolución de las relaciones entre el Yo y el Otro podría ser descrita por medio de la unión de ambas explicaciones, ya que evidentemente ha habido siempre comunicación, intercambio e interacción entre múltiples culturas en demanda a la necesidad social del ser humano. Efectivamente la compartición de cultura, conocimientos y bienes permite en gran medida mejorar la calidad de vida de los individuos al solucionar problemáticas regionales mediante la nutrición de ideas del exterior.

La importancia del progreso y del desarrollo de la explicación propuesta recae en la conservación de las tradiciones y costumbres de cada cultura aunadas y complementadas a través del intercambio entre múltiples etnias y pueblos. Cabe destacar que infalible y desafortunadamente toda mezcla cultural conlleva simultáneamente a la adopción de medidas extranjeras en sustitución de las actividades e ideologías propias.
Hoy en día son múltiples los esfuerzos realizados por gobiernos, ONG y la población civil por hacer más estrecha la abismal y distante relación con el Otro. No obstante, el ideal de superioridad de ciertos individuos sobre el resto no ha permitido un éxito total, ya que los mayores impedimentos para ello son de origen psicológico, así como existen de por medio intereses de índole política y económica. Como bien lo define el autor: “(...) ya es otro Otro, un producto difícil de definir de la híbrida cultura urbana, descendiente de mundos diversos y contradictorios, un ser amalgamado, de formas y rasgos imprecisos, fluctuantes. Éste es el Otro con el que nos topamos hoy”. (Kapuscinski, 2010, pp.54,55).
Irrefutablemente el ser humano ha aprendido a valorar, conservar y considerar al Otro como semejante gracias a que éste último le ha permitido (por medio de la diferencia), indagar en los rincones más profundos de su ser -fungiendo como espejo- para finalmente cuestionarse quién es en realidad y cómo es visto ante el resto.
En referencia a lo anterior Kapuscinski expresa: “(...) que ese Yo no se circunscribe a un solo individuo, sino que también acoge al Otro, formando así una nueva persona, un nuevo ser”. (Kapuscinski, 2010, p.58).
Opinión
Es válido mencionar ahora que la obra de Kapuscinski es una absoluta guía en el entendimiento de la relación con el Otro, así como una relevante vía de reflexión personal que permite a su vez una evaluación y una definición del Yo
Es importante mencionar que en ocasiones uno puede sentirse directamente como el Otro, independientemente de que algún individuo lo exprese, ya que corresponde a las circunstancias como las tradiciones, las costumbres, la ubicación geográfica, el nivel socioeconómico y de estudios, el lenguaje, la creencia religiosa, las ideologías, las preferencias de toda índole, entre algunos otros.
Finalmente debe imperar un interés por considerar al Otro como igual, así como por salvaguardarlo, ya que de su existencia depende la definición individual que cada Yo realice; es indispensable dicha interacción y relación para marcar las diferencias que permitan despertar a las circunstancias reales que conlleven a un cambio efectivo del ser y del medio que le rodea como vía de superación personal y de bienestar común. Concluyo con la siguiente cita textual del autor: 
“Por un lado, el ser humano necesita a otro ser humano, lo busca, sabe que no puede vivir sin Otros, pero, al mismo tiempo, en el momento del primer contacto reaccionará con desconfianza, inseguridad y miedo. (...) Los Otros son el espejo en que nos reflejamos y que nos hace conscientes de quiénes somos”. (Kapuscinski, 2010, p.66).
Bibliografía

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